Aprendí que los peces nadan y las aves vuelan bien lejos. Que los políticos mienten, que la tierra es redonda y miles de estrellas por mucho que brillen, están muertas. Que la gente miente aún cuando no es necesario. Aprendí que la suma de dos y dos son cuatro, que hay que dar más de lo que se recibe. Que no hay que ilusionarse demasiado. Que la vida es un regalo y hay que saber valorar las cosas. Me enseñaron que el futuro no está escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personas diminutas, casi inexistentes. Aprendí que el tiempo pasa, que una herida no cicatriza bien, que los pechos se caen y la belleza no es lo más importante. Aprendí a no creer en las promesas, a confiar en casi nadie y a contar con los dedos de una mano.
FIN.
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